sábado, 16 de febrero de 2013

El hoy...

Ojalá los minutos pasados quedaran en algún lugar, pero ni eso... El pasado cae en el olvido, tal vez por eso nuestra obsesión de vivir un presente intenso y emocionante, porque sabemos que una vez pasado: olvido...

Es un trágico destino que le espera a todas y cada una de nuestras historias; es la vida pasando justo al lado nuestro, viéndola cómo se aleja para nunca volver... El pasado es olvido, el presente emoción y el futuro, ilusión...

Mirar para atrás entonces podría ser contemplar un papel en blanco, que quizá haya tenido muchas letras, pero que al fin y al cabo blanco es... Dejamos atrás a las personas, las experiencias, los minutos... Abandonamos el amor, que en su presente fue emocionante, pero que hoy es olvido... Algunos amigos quedan atrás y tú, cegado por la ilusión, solo puedes pensar en el futuro prometido...

Alguna vez te has preguntado, ¿por qué quedaron atrás? ¿Cuál era su misión? Tu presente es sin duda un reflejo de tu pasado, pero cuando lo recuerdes seguirá siendo pasado, no valdrá de mucho y probablemente te esté quitando el tiempo necesario para disfrutar el presente, el hoy...

Sentiste, aprendiste, viviste... Todas estas sensaciones vienen en forma de recuerdo, y el recuerdo es pasado... ¿Qué es entonces lo que queda? ¿Una sensación en el estómago? ¿Una imagen en la mente? ¿Un esquema para poder actuar? No hay que dejarse llevar por esto, es claro que pronto sentirás un nuevo vacío; otras imágenes se imprimirán en tu retina y todos los esquemas no serán más que eso, esquemas para olvidar...

Vive el hoy con la firme intención de poder recordarlo mañana, así podrás embellecer el olvido al que todos estamos más que condenados... El paso del tiempo es inexorable, las heridas sanan, la mente olvida y algunos amores se acaban... Solo queda el hoy...

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