lunes, 23 de junio de 2014

Amanecer...

Una mañana desperté, aún con el sueño vivo en mi mente... En ese sueño no te habías ido, en ese sueño no te había dejado ir... Ahora que no estás, recuerdo todos nuestros amaneceres como si hubieran sido ayer... 

Los primeros rayos de sol que entraban por la ventana eran cómplices de ese amor, los recuerdo con esa nostalgia propia de quien ahora anhela lo que nunca volverá...

Fueron muchos los momentos que se nos cayeron de las manos, las mismas que no se separaron a lo largo de los años más felices... Ninguno de los dos advirtió que esto terminaría, simplemente pasó...

La vida que ahora viviré se puede resumir en ese dolor agudo y punzante que sentí cuando te fuiste... Cada despertar es revivir la agonía que dejaste...

Me sentenciaste a una vida de recuerdos, y ahora, en este espacio solitario, me da pánico un nuevo amanecer...