viernes, 26 de abril de 2019

Libertad...

De repente ahora todo parece mucho más claro. El vino de testigo y aquí sentado en el mismo lugar en donde decidí soltarte por primera vez, escribo las letras que recorren el camino a la libertad.

Libertad que da la claridad de entender que la historia hoy termina para mí. Libertad que abre las cadenas que con fuerza me ataban a esa idea del momento juntos. Libertad para seguir adelante. 

Después de transitar por ese cauce empedrado y lleno de derivaciones y matices, este líquido llegó por fin a un terreno que parece estar seco y estéril. No esperábamos nada diferente, no lo abonamos lo suficiente. 

La historia se quedó en la mitad de esa escala de grises, que desde el negro nunca pudo llegar al blanco. Hoy nos apagamos para darle paso a nuevas luces, hoy decido quedar libre para dejarte en la memoria pero sacarte del corazón. 

Libertad del alma, que es donde estuviste rondando todo este tiempo. Libertad en mis pensamientos que hoy renuncian a ti. 

Decir adiós a nuestra historia, con la tranquilidad de haberlo dado todo, de haberlo dicho todo, de haberlo dejado todo. 

Esta es mi decisión. Este es el adiós.