Con un par de líneas en este lienzo dibujo lo que espero sea
la liberación definitiva de tu recuerdo, el cual no le hace nada bien a mi
vida… Perdón y olvido, un claro propósito que estaba pendiente y que hoy,
ausente de lágrimas, pero lleno de recuerdos, lo asumo…
De nada vale hacer un recuento de todo el dolor que has
producido en mi vida, ni de las varias oportunidades en las cuales antepuse el corazón
para darle una posibilidad a la unión de nuestras vidas, momentos que
desperdiciaste, uno tras otro…
Qué triste es saber que el único abrazo valioso está en la foto de un momento que ni recuerdo, porque en mi memoria solo existen golpes certeros al cuerpo y
al corazón… ¿Para qué recordar la ausencia de amor? A lo mejor para escribir
estas líneas con las que pretendo sanar y dejar ir…
La memoria y el recuerdo sirven para rescatar las almas
perdidas y reencontrarlas en torno al amor… Yo esa posibilidad no la veo ni en
sueños, aunque en ellos apareces bastante… Tal vez por esa
constancia inconsciente he tomado la determinación del perdón y el olvido…
Un paso firme hacia mi tranquilidad y a lo que asumo que
está correcto, una limpieza al camino que decido recorrer día a día, una
decisión que claramente me traerá paz...
Hoy espero que recibas el último acto que de mi corazón
saldrá hacia ti, el perdón: por la ausencia, el egoísmo, la rabia, las malas
decisiones; pero principalmente, por nunca haberme dado amor…
El olvido solo requiere una orden directa al cerebro, porque
ya en este corazón no queda nada que tenga tu nombre… Adiós al poco amor que
tuve, al rencor que por muchos años me envenenó, a las dolorosas imágenes que
tienen tu cuerpo como protagonista. Hoy decido olvidarte y de todo corazón
deseo que puedas hacer lo mismo.
Te dejo los golpes, los abusos, los malos recuerdos; me
quedo con nada, porque nada me diste…