domingo, 21 de diciembre de 2014

Insensatez...

Escribir sobre la tristeza nunca estará de más. Esos momentos de oscuridad en donde entendemos que no somos invencibles, que somos poco ante el poder de algunas personas, que suspirar por amor es como respirar, que las lágrimas llegan sin avisar...

Los ojos cada vez están más cansados, la esperanza inexistente en un mundo en donde el otro, solo es el otro... Y mientras que todo este caos sucede, los mortales vamos mojando ilusiones entre tanta sequía, esperando que el próximo amor sea ese que pinte de realidad las imágenes que siempre han estado en nuestra mente...

La sonrisa es una mueca desfigurada, más falsa que la sensación de compañía que decimos tener cuando estamos solos... Nos engañamos, para eso somos perfectos...

Creemos que el tiempo es nuestro aliado y qué equivocados estamos, él también está en nuestra contra, nos mira pasar y se ríe de nosotros cuando pensamos que él nos solucionará los problemas... Ilusos...

Caminamos pretendiendo saberlo todo, dejamos personas atrás porque nuestro ego es más grande que la verdad, evitamos el dolor, sencillamente porque somos el dolor, y ser nosotros mismos ya es suficiente condena...

domingo, 9 de noviembre de 2014

Déjate llover...

Dibujo de @Astrolaurat
Ansias de que llegues a mi vida a hacerlo todo más feliz, más tranquilo, menos opaco... Este desespero que hace que la respiración sea escasa y la agonía larga...

¿Qué haces ahí escondido donde no puedo alcanzarte? Mejor vístete de cielo y déjate llover en este oscuro lugar que he escogido para morir de tristeza y soledad...

No puedo encontrarte, ya las fuerzas se me están acabando... Por más que te sueño pienso que no eres real, eres producto de una imaginación ingenua que una vez decidió no sufrir más y que no escucha razones...

Elévame hasta donde pueda verte y sentirte... Deja este juego perverso que terminará conmigo... Me apago en frente de tus malditos ojos; el corazón late cada vez más lento y yo solo espero que por fin te dejes llover...

"Amor, vístete de cielo y déjate llover"...

sábado, 11 de octubre de 2014

Sentencia...

Fue una pena haberme ido, no pude presenciar cada minuto del sufrimiento que tuviste... Pensaste que el desamor no tendría consecuencias, ahora dime cómo lograrás pasar por la angosta puerta trasera por la que tuviste que salir... 

Qué equivocación más grande pensar que podrías romperme el corazón y seguir caminando por la vida sin tener tu propia dosis de dolor... Deseo de todo corazón que te seques en lágrimas y que siempre recuerdes que hoy soy más fuerte por ti; pero tú más triste por mí...

Ese es mi premio, mi recompensa por haberle regalado a este amor las vísceras que hoy no me quedan, por ir hasta las últimas consecuencias, por haber arriesgado todo lo que tenía para verte feliz... 

Dile a tu ego que te acompañe, a lo mejor con tu prudencia podrían hacer un trío que pase por el mundo tratando de hacer infelices a los demás... Conmigo lo lograste, pero pagué mi precio y saldé mi deuda...

Quédate en esa esquina que alguna vez fue de los dos, mírame la espalda y prepárate para extrañarme...

lunes, 15 de septiembre de 2014

La huida

Te fuiste... Dejaste los recuerdos sin doliente y me dejaste a mí en esa esquina, mirando hacia el lugar en donde se supone que nos encontraríamos cuando la vida pasara y fuera nuestro momento...

Le dejaste tu decisión al destino, la cobardía fue más fuerte que las ganas y preferiste el vacío permanente al dolor momentáneo... No regreses esperando redención, el mundo dio sus vueltas y estos son otros días...

Te fuiste sin mirar atrás, me quedé esperando de brazos cruzados y mirada perdida; atrás en donde los recuerdos me consolaban brindándome esa dulce esperanza que con tu huida borraste... Te fuiste y no me queda otra opción que olvidarte...

Los corredores parecen más grandes, el día se tornó opaco y mis ojos húmedos... Esperé ansiosamente tu "hasta pronto", para alimentar esta ilusión agonizante que había protegido con las últimas armas que me quedaban. Hoy ya no tengo, ni armas, ni ilusión...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Mis letras...

Te regalo mis letras para que con ellas escribas la historia de los dos, para que crees los mejores versos y juntos los traduzcamos en hechos de amor...

Son tuyas aquellas que he escrito para ti, y las que no también, porque ellas me hicieron lo que soy, porque gracias a ellas estoy aquí, entregándote mi presente y mi futuro...

Cuando dudes encontrarás la respuesta en mis letras, son ellas las que tienen la prueba de la verdad, son ellas las que te imaginaron una y otra vez, son ellas las que te trajeron a mí...

Mis letras son un mapa certero que te guiará cuando pierdas el camino, no dudes, confía en ellas, yo siempre lo he hecho...

lunes, 23 de junio de 2014

Amanecer...

Una mañana desperté, aún con el sueño vivo en mi mente... En ese sueño no te habías ido, en ese sueño no te había dejado ir... Ahora que no estás, recuerdo todos nuestros amaneceres como si hubieran sido ayer... 

Los primeros rayos de sol que entraban por la ventana eran cómplices de ese amor, los recuerdo con esa nostalgia propia de quien ahora anhela lo que nunca volverá...

Fueron muchos los momentos que se nos cayeron de las manos, las mismas que no se separaron a lo largo de los años más felices... Ninguno de los dos advirtió que esto terminaría, simplemente pasó...

La vida que ahora viviré se puede resumir en ese dolor agudo y punzante que sentí cuando te fuiste... Cada despertar es revivir la agonía que dejaste...

Me sentenciaste a una vida de recuerdos, y ahora, en este espacio solitario, me da pánico un nuevo amanecer...

domingo, 11 de mayo de 2014

El olvido...

Esa mirada fría que creo no merecer me hunde en la más profunda tristeza... Es protagónico el desamor en esta historia de amargas lágrimas y gritos ignorados; solo Dios sabe lo lacerante que puede ser que me veas sin mirarme...

Si ese es el precio por ser quien soy, lo asumo, pero los golpes de la injusticia hinchan mi cara y mis ojos, mientras yo solo trato de comprender la cadena de hechos que nos trajeron hasta aquí...

Me has tirado al abismo más oscuro en donde la soledad parece ser el castigo por ser humano, por equivocarme, por tomar mis propios caminos, no los tuyos, los míos...

Cuesta entender que ahora el camino se ha vuelto tan estrecho que solo cabe una persona para recorrerlo. Quisiera tenerte a mi lado, pero hoy reconozco que te quedaste atrás... 

No recuerdo cuándo fue la última vez que sentí la calidez de un abrazo o el toque de tu mano sobre la mía, es tan ilusorio como imaginar que algún día volverás a decirme "te quiero"...

Ya no hay palabras para los dos, nos dejamos de reconocer, te has olvidado de mí...

lunes, 10 de marzo de 2014

De visita...

La tristeza siempre llega sin anunciarse, ella simplemente va entrando y lo va tornando todo más gris, más silencioso, como si de a poquitos te fuera durmiendo...

Esta tristeza ya es vieja amiga, me conoce más que a nadie y tiene uno de los poderes más grandes, me hace rendir...

En su visita de hoy trajo las lágrimas que se había llevado la última vez; a ella la acompañaron la impotencia y la rabia y juntas hicieron una fiesta, con derroche de pensamientos y muecas de melancolía...

Esta noche habitará en mí, no tiene a dónde ir y a decir verdad, me haría bien su compañía... 

lunes, 3 de marzo de 2014

Globos morados...

Por: Sara Isabel del Portillo.

Yo sé que el tiempo no lo puedo devolver, pero si cierro los ojos puedo verte sonreír y brillar, eso es lo mejor que sabes hacer: brillar para el mundo y por supuesto para mí.

Y, ¿qué podría decirte? Si me conociste más que nadie, te mostré mis miedos, mis sueños y mis deseos. Hoy puedo sentirte aquí acariciándome el cabello mientras me cuentas los cuentos que solo son para mí.

Mientras me "devuelvo en el tiempo" con los ojos cerrados, te puedo contar que quería un viaje a Italia contigo, y que me contaras trescientos cincuenta mil cuentos más. Quería que te gustara cada vez más mi vestido negro favorito y que pudiera sorprendente cada día con un abrazo.

Quería darte mis diseños favoritos, un poco de aquello y más de eso; hablar por horas y leer juntos; dormir los dos, de vez en cuando para que no se acabara la magia. Quería que fueras parte de mí como la nicotina, seguro así yo dejaría de fumar. Quería desnudarme en tu alma, sonreír sobre tu espalda y romper con besos los silencios. Nunca esperarte, pero revivir con tu llegada.

Quería un presente con miras al futuro y despojos del pasado, tres mil sonrisas para los días de mierda y globos morados para los días felices. Pero sobre todas las cosas, te quería a ti.

Ahora que no estás, duermo en la tarde, compro amores y colecciono algunas cicatrices. Solo sé que con tu partida te llevaste hasta la última mariposa en mi estómago y dejaste un hueco insaciable y doloroso. También me quedé sin electricidad para compartir cuando tengo al lado alguien que me gusta... la chispa se acabó, o no sé si también te la robaste.

En este escrito está lo que un día fui, y lo que en realidad soy, ahora solo me queda esta soledad y ya no sé en dónde carajos ponerla. Hoy solo puedo darme las tres mil sonrisas, porque sé que no será un día con globos morados.

@zarigueya27

miércoles, 26 de febrero de 2014

Solo la verdad...

Las palabras más tristes llegan en los momentos más inoportunos... Te extraño, es la verdad y solo la verdad...

Siento una nostalgia en el pecho que le dice a mi corazón que le haga espacio, porque ella piensa crecer y acomodarse...

Las lágrimas ya no demuestran nada, las palabras que logro unir son solo mentiras que me digo... Ya nada es igual, ya no estás...

Le tengo pánico a olvidarte, de solo pensarlo las luces se apagan y en la oscuridad solo puedo imaginarte a mi lado, en la aridez que dejaste cuando te fuiste...

El dolor es insoportable, ni siquiera puedo arrancarme el alma porque sin ella me dejaste... Vacío, solo me atrevo a escribir esta verdad, esperando que las letras no permitan que desaparezcas...

domingo, 23 de febrero de 2014

Cita a ciegas. Parte II.

(...) Las palabras saltaron a tus oídos como las notas de una melodía compuesta por las ganas descaradas que nos teníamos...

Salimos de ese bar con la urgencia entre nuestras piernas y con la necesidad de tocarnos hasta el último lugar del cuerpo, como si de ese contacto dependiera nuestras vidas... 

El tiempo fue cómplice al hacer que los minutos corrieran más rápido de lo normal. Una vez en casa te tomé en mis brazos, con la suficiente fuerza para que entendieras lo que estaba a punto de suceder...

Nos lanzamos al sofá y sin que pudiéramos percatarnos nuestra ropa yacía en el suelo, junto con la decencia y el pudor... Mis labios te recorrieron instalando besos ondeantes en cada estación conquistada... Tus pequeños gemidos eran la recompensa que esperaba por intentar tocarte como nunca nadie lo había hecho...

Los dientes oprimían la piel, mientras mi cuerpo establecía el ritmo de la canción que se tocaría esa noche, no había un mañana, solo existían un sofá, dos cuerpos y la intención de nunca parar... 

Un golpe certero de mi mano fue a parar en tu cadera derecha y casi automáticamente recibí tu respuesta en mi mejilla... Nuestros ojos ansiosos y lascivos intercambiaron miradas de disculpas y nos dejamos llevar una vez más por el momento...

Sentía tu emoción con cada decisión tomada correctamente sobre tu cuerpo, tu cara me confirmaba que esta noche no saldría fácilmente de tu memoria... El resto fue historia, de las buenas, de las que se repiten...

Ninguna palabra fue dicha, no podríamos decir que el silencio fue protagonista, ni mucho menos, pero sí podríamos afirmar que esta cita, de ciega, no tuvo nada...

viernes, 31 de enero de 2014

El adiós...

No sentir más tu presencia, privarle a mis ojos la posibilidad de brillar al percibir el encanto con el que caminas, con el que te mueves; sentir que la vida no será la misma si no estás en ella, coloreando mis días de azul intenso...

Estoy tratando de hacerme a la idea de no tocarte en las mañanas, de la ausencia del abrazo cálido y tierno que me preparaba para el día; de privarme de esa fuerza en forma de felicidad que irradiabas al pasar, de mis días sin ti...

La intermitencia de mi respiración ahoga el llamado para que te quedes, mis lágrimas recorren el camino que muchas veces con tus labios visitaste, mis manos no volverán a encontrarte, la tristeza solo se equipara con tu ausencia...

Aún recuerdo el último aroma que tu piel me regaló, el beso corto, la suave caricia sobre mis brazos, el adiós que nunca quise escuchar...

viernes, 3 de enero de 2014

Cita a ciegas. Parte I...

Deberíamos salir de este lugar ya, perdernos en cualquier sitio oscuro y dejar que mi boca te recuerde lo que es vivir... No aguanto, siento el sudor en la misma dirección de mi saliva; mi corazón retumba tanto que el mesero ha pasado un par de veces sin ser llamado...

¿Por qué escogimos un lugar público? De haber sabido que nuestra primera mirada desencadenaría todo tipo de reacciones en mi cuerpo, te hubiera propuesto que estuviéramos en un lugar en el que pudiera en este mismo momento rasgar esa ropa, que tras de carcelera, prudente...

Noto que estás igual o peor que yo, que sientes lo mismo... Me lo dicen los ojos que no son capaces de estar quietos; tus manos que tiemblan cuando tomas del vaso que toca los mismos labios que yo ansío tener; tu media sonrisa que insinúa lo que ambos sabemos...

Mientras tus piernas ponen inquieta la mesa, yo pienso y pienso la mejor excusa para salir de aquí y llevarte a mi cama, o a mi sofá, o a mi cocina... El choque de neuronas está provocando impulsos que difícilmente ocultaré, así que debo actuar rápido...

Alguno de los dos tendrá que romper este silencio... "La cuenta por favor..."