lunes, 30 de septiembre de 2013

El lienzo...

Un lienzo en su estado más virginal te ha traído hasta mí... Siento la suavidad de tu llegada en cada uno de mis sentidos... Mi imaginación recorre con gusto insolente y atrevido el camino de tus límites y mi cuerpo dispone tu llegada con agitación contenida y efervescente...

La ternura de tu mirada compite con el juego de tus labios, que sin tocarme ya logran enloquecerme... Aún no descubro si eres real, lo que sí es cierto es que te confabulas con mi mente para activar el mayor número de sensaciones a tu paso...

No puedo tocarte, así muera de la necesidad de hacerlo... Eres una visión sádica de mis más íntimos deseos, mis sueños, mis emociones... Haces parte de todo aquello que he mantenido oculto a través de los años y que hoy vuelve con renovada vitalidad...

Ansío el día en que pueda tomarte y encerrarte en una jaula de la que no puedas escapar, para que nunca te vayas de mi lado, para no tener que imaginarte cerca, para sentir tu refinado y lujurioso aroma...

Por ahora solo me resta desechar este lienzo, ahora manchado con mis perversiones... Mañana será otro, blanco y puro, dispuesto a recibir los trazos de este ansioso corazón...

domingo, 8 de septiembre de 2013

Ganas...

Había despertado con tal urgencia, que el primer rayo de luz que entró por mi retina quemó todo a su paso... Mis pies buscaron inquietos a sus vecinos, con el usual toque insinuador que pretende ganarle al amanecer...

Siento tu tímida respuesta a mis intencionales roces, veo cómo vamos compartiendo el mismo fuego que adentro nos empieza a estorbar... La calma se bajó de la cama y los cuerpos se adueñaron de la escena...

Libres de cualquier prudencia, nos saltamos las suaves caricias y le dimos paso a las miradas lascivas y fuera de control: mis dientes accionaron tu piel, tus manos golpearon mi cara; la mesura no estaba invitada a esta pelea de ganas...

Tus uñas recorrieron mi espalda con más presión de la necesaria; tus piernas se aferraron a las mías como protectoras en celo; este irracional deseo que mezcla el sudor con la emoción... 

Rápidamente llegamos al punto donde se encuentran las ganas con la exaltación; los gritos sin contención y nuestras caras de placer premiaron con justicia el ego del otro... Estas ganas satisfechas de nosotros... Estas ganas...

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Silencios...

Me gusta el silencio, la ausencia de todo, el blanco en mis oídos... Me gusta callar y compartir momentos de calma, donde nada se mueve y solo la respiración y el parpadeo acompañan los lentos movimientos de los cuerpos, que aunque inquietos, quietos...

Me gusta sentir la soledad del silencio, esa que aturde pero que acompaña... Llevo marcada la necesidad del espacio propio, sin violencia, sin ruido, sin alteraciones... En el silencio me pierdo y me encuentro; en el silencio habito plácidamente; lo recorro de esquina a esquina, sigiloso... 

Ningún fantasma toca la puerta de mi silencio, no permito interrupción alguna, no tolero sonido alguno; si fuera posible detendría mi corazón solo para disfrutar más del silencio de alguna noche; si fuera posible le robaría al silencio sus últimos segundos...