domingo, 28 de junio de 2020

Mi voz...

"A lo mejor el otro año me animo, igual ya todos deben saberlo". Esta es la frase que me vengo diciendo hace varios años y que solo demuestra una cosa: miedo.

Miedo a reconocer el poder de mi propio ego, al pensar que las personas cambiarán lo que piensan de mí; miedo a ver algunos alejarse por su propia incapacidad de respetar y poner el amor por encima de todo; miedo justamente a reconocerme cobarde cuando veo que otros luchan, sin mí, para que todos puedan tener una voz.

El prejuicio es bastante real, necesitamos avanzar y no callar. Este cambio nunca vendrá desde la comodidad de las personas que se sienten violentadas ante la diferencia, sino de la voz enérgica y decidida de los que encontramos la belleza en la diversidad.

El closet es uno de esos lugares que nos inventamos para no incomodar a los demás, para encerrarnos a ser infelices mientras afuera pasa la vida y el famoso orden social se impone. Para mí siempre ha sido ese lugar cómplice y conveniente que me ha servido para "camuflarme" en la sociedad... Entrar y salir de él para adaptarme y evitar ser juzgado, señalado, comentado.

Hoy salgo, aunque es raro porque llevo muchísimos años ya deambulando por ahí. Hoy salgo porque siento que es lo correcto, porque puede darle esperanza a quien piensa que no es posible crecer y ser feliz por fuera de él. Hoy salgo por respeto y reconocimiento a todos esos que fueron valientes antes que yo.

Esta es mi voz, sumándose a muchas otras que te recuerdan que no eres más que nadie, que aquí cabemos todos, que el amor no es de un solo color.