A la media noche...

A la media noche estaré cerca... Tu piel sentirá mi presencia y la luz de la luna nos servirá de guía para que no nos perdamos en esta noche... La perspectiva de una vida juntos nos pondrá en el punto de no retorno: es ahora o nunca...

Nuestro amigo Azar se fue a confundir a otros mortales de sueños débiles... Mi sueño eres tú y a las 12:00 mi abrazo te cubrirá para demostrarte lo mucho que quiero que estemos juntos... No tengas miedo, de la mano el camino es más llevadero...

Somos tú y yo a la media noche, esta vez en una tregua pactada para darle paso a la felicidad, ¿recuerdas que alguna vez hablamos de ella? De la tregua, bueno, de la felicidad también... Estaremos a un paso del inicio...

Espero con ansias las doce campanadas, una a una te irán acercando a mí... La número 11 será el abrazo; la última, el beso; el 00:00, el inicio del camino... 

En la memoria...

La de ayer fue una noche para la memoria: hice el ejercicio de memorizar cada parte de tu cara, de tu cuerpo, de tus movimientos... Ni el pestañeo pudo escaparse a la tarea de trazar en mi memoria tus segundos conmigo... La noche perfecta, la cantidad de vino perfecta, los besos perfectos...

Memorizarte fue la tarea más fácil en el propósito de ir desarmando tu corazón. Abrir los ojos y los brazos para entregarte a la vida misma, presentarte al Amor que a veces parece un vago recuerdo, huirle al olvido para darle paso a la memoria...

En la memoria siempre quedará tu miedo latente y la lucha interna por el beso sin culpa. También quedará la impresión de tu sonrisa en mi retina como prueba de la felicidad cautiva en ese solo momento de soledad, en el que con la oscuridad hicimos el mejor equipo...

Dejaste una huella en la memoria, ahora bien, queda el camino desierto que de allí va hacia el corazón...

La mesa...

Sobre la mesa está el argumento definitivo de esto... Sobre la mesa también reposa la prematura conclusión... Fue la misma mesa que escogimos para conocernos, para dejar en ella todas nuestras realidades y para ver cómo caían las pocas cosas que alcanzamos a dejar en ella...

Nadie me advirtió que el peso de mis ganas podría amenazar la precaria estabilidad de esta mesa... Mesa traviesa que no dejó de moverse... Mesa inquieta que reconoció en el silencio la forma más fácil de dejar caer las cosas... Mesa que no sintió y no quiso sentir; que calló; que dejó ir...

Me quedé con las ganas de más atardeceres juntos, de más cejas debajo de los dedos, de más abrazos... De la mesa se cayeron las miradas, los besos y las sonrisas... Irónicamente no solo se cayó el futuro, lo hizo también el presente, ¡y de qué forma!

Esta mesa no tuvo cajones para guardar el susto del primer abrazo, tampoco el libro en el que pretendía escribir nuestra historia, ese también se cayó sin haberse escrito la primera línea... ¿Dónde guardar entonces las fotos quedaron en la mente?

Mi mundo...

Vivo en un mundo creado especialmente para mí... Con mis ángeles y demonios; con mis lágrimas y sonrisas; con mi propio dolor y mi anhelada felicidad... 

En mi mundo prefiero llenar los pulmones de aire, así se haya paseado alimentando de sueños a otros mundos... No esperes en ningún momento que mi mundo sea el tuyo, llevo muchos años tratando de crearlo, con minucioso detalle, para que sea único, intocable, y sobre todo, mío...

Mi mundo es un cuerpo sagrado y profanado; un alma blanca con manchas negras; un corazón sangrante por donde se mire... Ante tanto dolor, de las cenizas de mi mundo surge la pasión, la fuerza, la entereza... La perspectiva, el piso del lugar; el cielo techado de estrellas, el límite... La voluntad; el amor, o mejor dicho la búsqueda de él... Todo esto también hace parte de mi mundo...

En mi mundo el silencio es un privilegio que comparto con pocos y es uno de los mayores aciertos de este espacio que he creado para ser feliz... No trates de entender, no trates de definir, no trates de cambiar... Intentar comprender es el olvido asegurado; aceptar y amar, el mapa más claro...

Este lugar que he ideado lo he protegido de quienes han querido entrar, con o sin permiso... Unas fuertes barreras se han interpuesto entre lo mundano y esto que pretendo ser... Entrar puede significar ver lo claro y lo oscuro; la tormenta y la calma... Entrar es un riesgo, como todo en la vida... Entrar puede ser querer volver a salir...

Perfección...

Perfección es caminar en silencio contigo una tarde cualquiera, de un día cualquiera, en un camino cualquiera... Perfección es acariciarte sin pretensiones, besarte sin apasionamientos, abrazarte sin ganas de dejarte ir... Cuidarnos...

Perfección es mirarte con orgullo, admirarte a corazón lleno, celebrarte...Tomarte la mano y acariciarte con el pulgar, eso es perfección...

Perfección es la certeza; perfección es abrir los ojos en las mañanas y que mi mente te recree a mi lado, sonreír imaginándolo... Ver televisión tomados de la mano, cocinar juntos, tomar la siesta, envejecer a tu lado... 

Dedicarte mis letras, que encajes en mis abrazos, hacer el amor, perfección... Contemplar al menos un atardecer al mes, dormir en cucharita cuando el calor lo permita, brindar una que otra noche...  Perfección...

Abrazarte por la espalda y darte un pico en el cuello, o dos: perfección...

Se llama amor...

Lo primero que haría sería quitarte lentamente cada prenda que como barrera se interpone entre tu piel y mis ganas... Ya alguna vez hemos jugado, ¿lo recuerdas? Probablemente no, siempre has estado en mi mente traviesa...

No tengas frío, mi cuerpo desnudo es la mejor fuente de calor... Imagina que estoy muy cerca de ti, así cuando abras los ojos podrás sonreír al saber que es verdad...

Disfruta mientras recorro tus caminos, algunos ásperos, otros muy suaves... Mi tacto te quema por dentro mientras tus dientes acaban con tus labios... Nuestras manos se entrelazan en pura complicidad; aquí no hay sexo, aquí no hay cuerpo, aquí lo que hay es amor...

Mi lengua está inquieta, recorre tu cuello; pequeños mordiscos por tu brazo me llevan a tus dedos, los cuales lamo con la justa intensidad para aumentar los latidos del corazón... Pequeños besos recorren tu cara: tu frente, tus ojos, la comisura de tus labios que tanto me gusta... Te doy el mejor de los besos, prometo que el de mañana será mucho mejor...

La humedad precisa, los mordiscos necesarios, las miradas suficientes... Los abrazos sin duración, mis dedos por tus cejas, mi respiración por tu abdomen... El silencio, tú, yo y la satisfacción de no necesitar nada más...

Dueño de cada centímetro de tu piel, al menos por esta noche, puedo decir que hasta este punto lo que hemos hecho se llama amor...

Tus ojos y tu boca...

Tus ojos y tu boca: no encuentro una combinación más perfecta... Me miras con ganas de besarme y me besas con ganas de atraparme... Esas dos armas hacen parte de tu selecta artillería; mi corazón corre un gran peligro de sucumbir ante ataques no planeados, sonrisas espontáneas y miradas inocentes pero fulminantes...

Créeme que mis ojos tratan de dar la respectiva pelea, pero es inútil, no podría ni competir con el reflejo de tus armas en el espejo.. Qué poder, qué profundidad, qué intensidad, qué carga de energía... 

Mi boca por su lado corre con un poco de más suerte y con un solo toque parezco llevar la delantera. Ignoro lo muy equivocado que estoy... Un solo movimiento tuyo me devuelve al punto de inicio, derrotado, pero feliz...

Yo por mi parte me declaro adicto a tu boca y cautivo de tus ojos y por ahora solo tendré la misión de defenderme de sus ataques certeros, que sé que no acabarán, que sé que me acabarán...