lunes, 30 de enero de 2012

De.terminación...

Después de recoger los pedazos que dejamos y abrir una que otra ventana para que pudiera entrar el aire, la vida va tomando nuevas formas...

Pasé de la ilusión al presentimiento y de allí a la tristeza. Te tuve tan cerca que mi esperanza se alimentó de tu respiración, reinó la confusión... 

Me tomó un tiempo y varias ideas concluir que al único sentimiento que debo llegar es a la determinación: al valor de dejarte ir, como vos ya lo hiciste conmigo... 

Cuando sientas que no estoy, estaré más que nunca, pero entregando toda mi determinación para que tu corazón ya no haga parte de mis planes...

Entregaré todo mi valor a esta justa causa de imaginarte cerca, pero no a mi lado...

La espera terminó... Las largas conscientes e inconscientes llegaron a su fin... El momento, para mí, acabó...

Escribo con la seguridad de estar tomando un paso firme hacia la tranquilidad... Quedarás como el recuerdo de las sonrisas nerviosas, las miradas intensas y los abrazos interminables... Fuiste la prueba de la química real, los pensamientos compartidos, las promesas cumplidas...

Esta es mi de.terminación...

martes, 24 de enero de 2012

Pedazos...

Y sin más, todos los pedazos fueron cayendo poco a poco en el momento más triste, con el cielo más nublado, con la tristeza más profunda... En ese momento, todos mis intentos de preparación quedaron sin sentido, todo se oscureció cuando el presentimiento fue más grande que la ilusión...

Las lágrimas no necesitaron más presencia para incrementar la nostalgia; traté de disfrutar con ánimo masoquista tus últimos abrazos, tus últimas miradas, tus últimas palabras... Mientras que el reloj corría, yo trataba de imaginarme el lugar que ocuparías en mi vida, aún lo hago...

Compartimos nuestros últimos silencios, con ellos nuestras miradas nos decían adiós... La confusión y la intranquilidad se hicieron presentes en esta despedida... Tu cuerpo emprendió una lucha intensa con tus palabras, nunca llegaron a entenderse: te fuiste y en consecuencia, me dejaste ir...

Tu abrazo final, con la incoherencia de quien no quiere dejar ir, con la tristeza de saber que se nos cayó la historia, y con ella, los pedazos del corazón...

domingo, 15 de enero de 2012

Momento

Si he de confesar mi momento se ve cargado con la enorme cantidad de adrenalina que dispara mi cuerpo al tenerte cerca. Mi cerebro envía señales tan claras que explican por qué mis brazos rodean tu espalda, mis labios se apoderan de los tuyos y mi sonrisa se asoma de cuando en cuando...

Mi momento con vos es prudente por fuera, pero bastante inquieto por dentro. Claro, debo admitir que el brillo de mis ojos me delata un poco al pasar mi mirada por la tuya...

Sonrío al verte, al tenerte cerca, al pintarte en mi vida... Escribo con la firme convicción, con la certeza de quien anhela poniendo en la mesa todas las cartas... Cuentas con mi intención de darlo todo en este momento, mi momento. 

Acompáñame a desafiar los miedos que amenazan ese ideal llamado futuro. Enfrentemos juntos este momento, para poder decir que transitamos este difícil camino con la seguridad de encontrar otros más serenos, iluminados, tranquilos y felices...

Déjame arrancarte más sonrisas, regalarte más momentos, vivir más atardeceres. Juguemos nuestras fichas en este partido y démonos el permiso de explorar qué significa estar juntos, podríamos sorprendernos...

Esta es mi confesión pública, mi deseo más noble, mi carta bajo la manga. Es hora de entender que el famoso tiempo nos trajo hasta este momento, nuestro momento...

miércoles, 11 de enero de 2012

Jugando. Parte II

Mis manos acarician tu cara mientras que mis cómplices dedos cierran tus ojos... Mis labios pasan lentamente por tus mejillas, llegan a la comisura de tus labios; cortos y cálidos besos son la antesala de la acción de mis dientes en tu labio inferior... Explosión de adrenalina...

Tus ojos se abren en un destello de placer mientras que tu cuerpo y el mío luchan por ser uno solo... Sonríes, sabes que tenerme ahí es la materialización de tu más íntimo deseo; sonrío porque lo sé...

Mi lengua explora tu cuello, disfrutas mi olor cerca, te encanta... Sientes un calor intenso, tus sentidos se activan a mi decidido paso... La ropa va cayendo sobre la fría madera, mis labios no pueden dejarte, no quieren...

Recorro tu espalda con un gusto desmedido... Tu cabeza se clava en la almohada, aún así alcanzo a percibir los sonidos que frenéticamente emites, esta noche tengo el control...

Giro en tu cuerpo para darte el placer que nadie logró, la emoción máxima, la vida, el amor... Miro tus ojos mientras la cadencia toma el control... Atraviesas mis sentidos con los tuyos: tus besos, tu tacto en mi piel, tu respiración, tu vida misma en la mía, tu momento...

Tirados sobre la cama, tomados de la mano y justo cuando el oxígeno parece un vago recuerdo, entendemos que es demasiado tarde, nuestras almas ya son una sola y algo en el mundo comienza a ser más brillante, más claro, más feliz...