domingo, 16 de septiembre de 2018

El jardín...

Dicen que el jardín del vecino siempre será más verde que el propio, a lo mejor el inconformismo hace su reaparición y se presenta como ese viejo amigo consejero que siempre tomó las decisiones en el pasado y que nunca me dejó pensar bien...

Mi decisión raya con la obsesión de hacerle caso a este corazón que siempre se mostró indómito pero que volvió a enamorarse de la manera más ingenua, tratando de ignorar que en esta historia que me inventé solo estamos mi deseo y yo, mis ganas y yo, mi vacío y yo...

En este nuevo juego lo puse todo, tomé el riesgo y siento que estoy perdiendo por algo que ahora parece un capricho... No sé si en realidad esto se nos cayó de las manos o simplemente yo decidí abrirlas para dejarlo ir...

Ahora, en esta esquina, ninguno de los dos caminos parece posible... El inconformismo trajo a su amiga soledad y juntos me abrazan en un intercambio doloroso que me dejará maltrecho por más tiempo del que ahora creo soportar...

Ahora que lo pienso, fui yo el que decidió cruzar la cerca con el ánimo de tener un poco de la belleza de aquel jardín que yo creía más verde; fui yo el que arriesgó amor por novedad creyendo ser correspondido; fui yo el que perdió...

domingo, 9 de septiembre de 2018

12:52

El frío ya se sentía en las manos y el calor en la cara. El pecho palpitaba más que de costumbre y el momento del encuentro se hacía cada vez más inminente. La emoción de conocerse era más fuerte, sin embargo el anonimato de la pantalla siempre ofreció comodidad, pero nunca certezas...

La decisión ya estaba tomada y sin duda alguna el sueño se había puesto en juego, la realidad podría lacerarlo con su implacable presencia y todo habría quedado en largas horas de anhelos...

Las 12:52 se acercaban sin demora, la ansiedad de una mirada real y de un abrazo ya bastante soñado, amenazaba con quebrantar la poca mesura que quedaba en el momento. Ambos lo sentían...

Nunca pensaron en el riesgo de la corporalidad, nunca creyeron que materializar podría ser sinónimo de destruir, nunca fue una posibilidad...

El reloj parecía más cómplice que enemigo y conforme llegaban sus minutos, la virtualidad comenzaba a desaparecer y la realidad a tomar forma... Sus ojos atravesaron el lugar, la comisura de los labios se contrajo y los pómulos subieron... Era real, eran reales...

El abrazo terminó de comprobar lo que el teclado una y otra vez había insinuado, en ese momento todo fue silencio, todo fue alegría... Eran felices, o al menos eso creían, lo que no sabían es que precisamente ese momento fue el principio y el fin... Después de esa noche no volverían a verse, porque así es la vida, porque así son las cosas, porque lo perfecto no existe...