miércoles, 21 de diciembre de 2011

Jugando. Parte I.

¿Está tu cuerpo preparado para el toque de mis dedos por tu piel? Comienzo apartando el cabello de tu cara; lentamente mis yemas se posan en tus labios, siento tu respiración, tus pupilas bailan al ritmo de mis latidos.

Veo cómo te muerdes suavemente los labios cuando ya mis dedos viajan por tu cuello... Me miras y tus ojos se encienden en deseo... Sabes que dentro de poco también me tendrás...

Camino por tu cuerpo hasta llegar a tu cintura, beso tu costado tan suavemente que podrías pasar por alto que también tiemblo de emoción. Mordisqueo un poco tu piel, mientras aprietas las sábanas detrás de ti...

Mis manos recorren intensamente tus piernas y veo cómo la sonrisa se dibuja en el espejo de tu cara... Me tomo mi tiempo para subir hasta donde estás, no sin antes asumir el camino con un inmoderado apetito que claramente pretendo calmar...

Me tumbo a tu lado para que asumas el control... siento tu agitada respiración por mi cuello, mi pecho, mi abdomen hasta terminar en tu afortunada y acertada estación... qué bien lo haces... Cortos e intensos besos marcan el camino de regreso a mi boca, esa que tanto te gusta... Muerdes mis labios: un poco suave, un poco fuerte, siento estallar...

Tus besos tan anhelados me saben a victoria, a conquista... agarras mis manos decididamente, me subyugo ante tu deseo y dejo que tu fuerza me venza, soy todo tuyo en este descarado juego... 

Juega conmigo, juega esta noche... esto apenas comienza...

sábado, 10 de diciembre de 2011

Esperanza

"... lo mejor vendrá cuando podamos
hacer un alto y mirar hacia atrás"
Esta noche mi corazón viaja con la firme intención de conectar con el tuyo, abrazándote, transmitiéndote toda la energía posible para estos momentos en donde las tormentas llegan cargadas de dudas e incertidumbres. 

Buscando seguridades aspiro que sepas que estoy aquí, listo para enfrentar cualquier guerra. Que mis lágrimas no pongan en duda mi intención; que mi corazón triste no desvirtúe la honorable tarea de acompañarte. No hagas caso a mis tonterías, soy muy mortal para entenderlo...

Sonreímos y lloramos juntos, y en esta montaña rusa no soy ningún espectador: de esta manera podré asegurarte que cuando caigas, yo estaré ahí para ayudarte a levantar. Ya una vez te devolví la sonrisa, ahora quisiera devolverte la esperanza.

Quisiera ser la calma que a veces no encuentres; el norte que no vislumbres; la esperanza que en ocasiones se pierde.

Mi innegable creencia en lo incierto del futuro se contrasta con la seguridad de saberte bien y con un destino brillante, como tus obvias cualidades... Hoy puedo decir sin temor a equivocarme que tenemos un mundo mejor gracias a tu existencia, y podré decir que lo que nos espera será indescriptible.

Brillas con una luz envidiable, transformas tu entorno y a su vez cambias todo lo que tocas, eres un SER en todo el sentido de lo posible. Hoy mi fortuna es poder ser y estar, brindar mi energía a la causa de tu bienestar y así sentir que es mi mejor contribución.

Mi cariño y profunda admiración te pertenecen y en este camino lo mejor vendrá cuando podamos hacer un alto y mirar hacia atrás...

jueves, 8 de diciembre de 2011

Quiero

Quiero que tus manos toquen las mías en un momento de complicidad, escrito e ideado por nosotros; que tus silencios sean los míos; que tu sonrisa se asome cada vez más. 

Quiero recorrer este camino, reconstruir esta historia que se nos quedó en las manos, vivir una nueva...

Quiero que mis momentos tranquilos te abracen, que mis tormentas te reten; que el destino solo sea motivo de risa, que el incierto futuro no nos detenga. 

Quiero hacerte sentir como nadie lo ha hecho, ponerte a temblar con cada mirada, cada contacto. Quiero que estalles de emoción cuando me sepas cerca, que tus besos no se contengan al verme, que tu sangre hierva con solo tocarte. 

Derribar las pocas murallas que quedan, eso quiero; arrebatarte el pudor.

Quiero atardeceres compartidos, noches de vino, mañanas de intensa risa.

Y por último (por ahora), solo quiero que también quieras. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una tarde fría de diciembre...

Te extraño en esta tarde fría de diciembre.
Te extraño porque moldeas a la perfección mi deseo. 
Te extraño porque tus ojos no mienten cuando me miran. 
Te extraño porque tus pensamientos tocan a mi puerta y logran entrar.

No te extraño porque mi frustración tiene tu nombre.
No te extraño porque eres injustamente real.
No te extraño por tu cobardía y la mía. 
No te extraño porque me da la gana de no hacerlo.