jueves, 31 de enero de 2013

Mi última confesión...

Después de haberme recorrido por dentro y por fuera; de haberte instalado por varios días en mi emoción y de haberme confundido al punto de la melancolía; hoy puedo decir que te paseas más por mi cabeza que por mi corazón...

Si he reconocer, pienso constantemente en ti: en los pocos recuerdos construidos, en algunas de las ideas que alcanzaron a tocar los sueños, en la vida sin nosotros... Lo efímero del sentimiento pelea con las ganas que se quedaron en el papel, porque ni el aire tocaron...

Te memoricé, te anhelé, intenté y por último, sin mayor remedio alguno, me rendí... ¿Cobardía o coraje? Creo que la respuesta no sirve de nada cuando miramos para atrás y vemos lo que dejamos, nada...

Con la misma calma que me fui acercando, con la misma calma me iré alejando; esta es la vida; así son las cosas; efectos de las decisiones propias y ajenas; consecuencias del miedo, de la anticipación, de esperar demasiado, de haber equivocado el camino...

Justo ahora puedes tener claro, que aunque la historia no se escribió, siempre existirás "en la memoria"... Esta es mi última confesión, antes de dar media vuelta...

miércoles, 30 de enero de 2013

Lo nuestro...

Lo nuestro es del aire, de la tierra, del sol... Lo nuestro no es nuestro, por esa trágica realidad las sonrisas son más; a lo mejor por eso dices que soy tu felicidad, cuando en realidad soy el anhelo inalcanzable de quien se atreve a soñar...

Lo nuestro está marcado por la distancia; amenazado por la posibilidad de no ser; alimentado por los deseos más profundos del corazón... Vernos una noche cualquiera, o dos, representa la amalgama del dolor y la tranquilidad; del deseo y la realidad; del amor y el desamor...

¿Ahora entiendes? Lo nuestro nació herido de muerte y para salvarlo se requiere algo más que palabras bonitas y ganas contenidas... Tal vez lo que necesita es un médico salvador, que le imprima a esto, lo nuestro, una dosis de ilusión y realidad...

martes, 29 de enero de 2013

Tu corazón...

Ojalá yo fuera sangre para poder acceder sin restricciones a tu corazón y descifrar qué pasa por él cuando me miras... Mis minutos transcurren lentamente tratando de idear mil formas de llegar a tu corazón, recorrerlo y decirle que todo estará bien... Ya una vez lo intenté, pero él no me escuchó...

Habla con tu corazón y dile que lo voy a visitar para contarle un par de verdades; pídele que esté tranquilo para que pueda escucharme; dile al cerebro que puede tomarse el día libre, lo que tengo que decirle a tu corazón, es probablemente lo más importante que le hayan dicho en su vida...

De camino a esa importante cita tengo claro que tendré que derribar algunas barreras; mi propuesta es hacerlo juntos; no importa si nos demoramos un poco más... Tu corazón deberá estar preparado para emprender esta travesía y es ahí donde mis ganas solo se quedan en eso, ganas: no puedo hacerlo sin un poco de tu ayuda...

Dile a tu corazón que no hay frustración más grande que la de mirar para atrás y no haberse dado el permiso de sentir, de vivir, de amar...

Sé que hay miedo, pero también sé que en esta vida no hay mucho tiempo, el camino de la felicidad es largo, impredecible y de ninguna manera fácil...

domingo, 20 de enero de 2013

Mi rendición...

Esta melancolía es totalmente nueva. Nunca antes la nostalgia había bailado tanto con las lágrimas; la tristeza mezclada con la frustración es el único alimento que tengo en esta celda desde la que hoy escribo... Nunca antes tampoco el corazón había estado tan de acuerdo con la razón...

Fue más sencillo desconocer la incoherencia de tus actos, las señales confusas, la falta de claridad, la ausencia de demostración... Tomaste como excusa esta infortunada situación para dejar reinar el miedo...

Podrías pensar que rendirme fue la salida más fácil, pero no te has dado cuenta de que no me dejaste otra... Cerraste las puertas y ahora soy yo quien me pregunto quién prende y apaga los sentimientos... Hablas del futuro cuando tu entereza no alcanza para el presente, una incoherencia más que me cuesta entender...

No me escuchaste, no me leíste y aún sí pretendes con ánimo insensato entenderlo todo... Esta injusticia característica de quienes finalmente no ven más allá de lo que quieren ver... Tal parece que dejé todas mis cartas en la mesa en la que no estabas...

Mi triste razón se pregunta una y otra vez por qué es más fácil dejar ir, soltar, renunciar... ¿A qué se refiere entonces la tinta que te acompaña día y noche? 

Y después de todo, mi tranquilidad es haberme rendido después de la pelea, no antes...

jueves, 17 de enero de 2013

Historia...

Déjame escuchar tu voz cuando menos lo espero, solo así sabré que estás cuando más lo necesito... No le des la espalda a este camino que he creado para ti, deja la insensatez a un lado y caminemos juntos; no vale la pena perder tiempo en formas y fondos que nos alejan de lo que realmente queremos...

No me castigues por tratar de entender, ni tampoco por las pocas lágrimas que he derramado... Entiende que cuando uno quiere mucho algo, equivocarse en la forma es la manera más implícita de mostrar el fondo...

Hagamos de las promesas, realidades... No pretendamos, seamos... Que el único silencio que exista es el concertado, ojalá tomados de la mano... Enfrentemos el destino con la seguridad de querer hacerlo bien, pero sobre todo con la tranquilidad de sentirnos en el camino correcto...

No calles cuando lo que quieres es gritar; tampoco te disculpes por no poder hacerlo... Encuentra en mí ese lugar donde puedes esconderte de las sombras, inténtalo...

Mis brazos hoy tienen tu forma, úsalos, son tuyos, quieren ser tuyos, no les des la espalda a ellos tampoco... Si hay miedo, dímelo, es más fácil buscar entre los dos la cura para este mal... Si sientes que no hay salida es porque en este laberinto no nos hemos dividido para buscar la más cercana, háblame...

Abre tu corazón para que estas palabras puedan llegar directamente a él, no las pases por tu mente, pueden atascarse ahí... Siente cada letra, ciertamente esto es para ti y para nadie más...

Descíframe, soy un libro abierto que hoy está en la última página escrita y que anhela que tomes el lápiz y comiences a escribir esta historia...

viernes, 4 de enero de 2013

Lo que dirían...

Si mis labios pudieran hablar dirían que más de una vez me he desquitado con ellos cuando te veo pasar; no lo suficiente para generar dolor, pero sí para desear que fuera con tus dientes y no con los míos...

Mis ojos conservarían su tamaño, aunque las pupilas dilatarían... Las palabras no serían necesarias, la transparencia al mirarte me delata...

Otra historia muy diferente contarían mis manos, que se contienen de las ganas de recorrerte... Ellas dirían que tenerte cerca es todo un ejercicio de autocontrol...

Mi pecho podría contar la historia de cuando te recibió para ver esa película, que quedó más de una vez sin terminar... O mejor, confesar que es desde ahí que pones a temblar el resto del cuerpo...

Los dedos de mis pies reconocerían con valentía que se contraen justo en el momento en que pasas, es una de las señales más claras de tus efectos en mí...

Y en esta historia los dientes son los más felices, ellos podrían decir que desde que te conocen, ven la luz mucho más seguido...