jueves, 27 de diciembre de 2012

En la memoria...

La de ayer fue una noche para la memoria: hice el ejercicio de memorizar cada parte de tu cara, de tu cuerpo, de tus movimientos... Ni el pestañeo pudo escaparse a la tarea de trazar en mi memoria tus segundos conmigo... La noche perfecta, la cantidad de vino perfecta, los besos perfectos...
Memorizarte fue la tarea más fácil en el propósito de ir desarmando tu corazón. Abrir los ojos y los brazos para entregarte a la vida misma, presentarte al Amor que a veces parece un vago recuerdo, huirle al olvido para darle paso a la memoria...
En la memoria siempre quedará tu miedo latente y la lucha interna por el beso sin culpa. También quedará la impresión de tu sonrisa en mi retina como prueba de la felicidad cautiva en ese solo momento de soledad, en el que con la oscuridad hicimos el mejor equipo...
Dejaste una huella en la memoria, ahora bien, queda el camino desierto que de allí va hacia el corazón...

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