Te llevaste mi sonrisa. Era tu favorita y cuando te fuiste te la llevaste. ¿Acaso no pensaste en que podría volverla a necesitar? Tu egoísmo solo se compara con mi torpeza. Te llevaste mi sonrisa y hoy solo una triste mueca puede reemplazarla.
Espero que ese preciado tesoro que robaste te recuerde las muchas veces que la utilicé contigo... Espero que mi sonrisa te arranque algunas tuyas cuando a tu mente llegue nuestro tiempo juntos y que ahora, desde este lugar, yo pueda anhelar volverla a tener...
De nada sirve buscarla en el espejo, sé claramente que la tienes y mi única denuncia son estas palabras que a lo mejor leerás y que seguirán siendo eso, palabras... Qué descaro tuviste al llevarte mi sonrisa y dejarme la mirada, tenías que asegurarte de que con ella llorara tu partida...
A lo mejor crees que lograste algo muy grande, pero no confíes en la sonrisa que te llevaste, solo hace parte de algo que en muy poco tiempo se convertirá en recuerdo, y luego, en nada...
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