Te extraño en esta tarde fría de diciembre.
Te extraño porque moldeas a la perfección mi deseo.
Te extraño porque tus ojos no mienten cuando me miran.
Te extraño porque tus pensamientos tocan a mi puerta y logran entrar.
No te extraño porque mi frustración tiene tu nombre.
No te extraño porque eres injustamente real.
No te extraño por tu cobardía y la mía.
No te extraño porque me da la gana de no hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario