lunes, 13 de febrero de 2012

Llegaste...

Llegaste sin darme cuenta para explorar la felicidad que esquiva se encontraba, escondida en un rincón, sin querer salir por miedo a mostrar su innegable luz... Subvaloré la popular creencia de que la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos... Sonrío...

Sin pedírtelo me mostraste que todo en la vida pasa y que hasta el corazón más maltrecho obtiene calma y sana sus heridas con paciencia, esperanza y amor...

Justamente con paciencia me entregaste tus horas y tus días... Tu increíble energía fue la mejor cura, la mejor compañía... Reemplazaste dolor con serenidad; le diste un descanso a la melancolía para dejar entrar la felicidad...

Miraste mis ojos, abriste mis manos y sin ninguna pretensión te fuiste acercando... Poco a poco llegaste con la medida justa, el tiempo correcto, las palabras acertadas... Derrotaste a la perfección la perfección con una dosis de realismo.

Ya te había visto, te había deseado y hasta te había llorado... Tardaste un poco, pero siempre supiste dónde encontrarme.. Hoy llegaste a desafiar todas las ideas que tristemente nos alejan de vivir, de sentir... Captaste con gran genialidad que el momento correcto es hoy, el que decidimos vivir con toda la intensidad, pasión, entrega y energía...

Entra, te estaba esperando...

2 comentarios:

  1. Hello... pasando por aqui para decirlo otra vez. Gran blog, y evidentemente ( me atrevo a decir juzgando por lo que comparte ), una gran persona. Un Saludote y espero que este bien !! :)

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  2. Vos sabes que siempre sin palabras... sos un genio!!1 ;) Abrazote papa!

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