Tantas veces te imaginé en mis sueños, mi razón nunca presintió lo que la vida me tenía guardado, toda una fortuna a manos llenas...
Hoy puedo decir que nada mejor que el orgullo de sentirse bien acompañado, las ganas del futuro, los sueños compartidos... La perfección de lo humano, el amor desinteresado y el reflejo de un inmenso corazón plasmado en todo lo que haces...
Todos y cada uno de los momentos, los ya incontables hechos de amor, la paciencia, y claro, una que otra certeza, nos han traído hasta este lugar...
La realidad superó el sueño, la vida trazó el camino, la felicidad por fin mostró su real color...
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