viernes, 3 de mayo de 2013

Pecado...

He cometido el peor de los errores, el más imperdonable de los pecados, la imprudencia más clara: no he amado...

Aquí, desde este cuarto oscuro, espero la condena que tarde o temprano llegará, para destruir la poca voluntad de vivir que le queda a este corazón que decidió cerrar los ojos para no sufrir...

Los segundos del reloj me miran al acecho, como sabiendo que me alcanzarán y me arrastrarán a un destino de olvido, ¿en qué momento dejé de creer en el amor? Solo mi perdido corazón lo sabe...

Anhelé aquella mirada que me pudiera sacar de mis más profundas tristezas, busqué esa compañía de la que todos hablan y tristemente me rendí al no encontrarla, pensé que ella llegaría a mí como la lluvia inevitablemente llega al piso, qué ingenuo...

Ahora que lo entiendo, siento que no tengo más compañía que la de soledad, mi única oportunidad se llamará arrepentimiento y mis lágrimas serán la cumplida visita a este hogar que yo mismo decidí tener...

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