sábado, 20 de octubre de 2012

Dejarse ir...

El vino finaliza su recorrido hasta llegar a cumplir su misión... Tus sentidos alerta ante mi inminente llegada... ¿Te preparaste? Pues no fue suficiente, es mi advertencia.

Te recorro con mis ojos, fulmino al instante cada centímetro de tu cuerpo, te deseo hoy más que nunca. Exploto con tus miradas, es indescriptible la sensación que despiertas... Qué poder tienes sobre mí, con qué gallardía arremetes, con cuánto arrojo...

Respirar es como un deseo, amar un imperativo... Dejaré que gobiernes mi cuerpo con la condición de que reinemos en nuestras almas... Prometo amarte hasta que el mismo amor lo permita; desearte hasta que mis ganas alcancen; acompañarte por todos tus caminos, construir los nuestros. 

Dejaré que mi corazón se salga de mi pecho, total él siempre sabe el camino de regreso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario