sábado, 24 de enero de 2015

Nada...

Los recuerdos son insoportables, no podría decir que te arrepentirás de haberte ido, lo que dejaste de mí en realidad fue muy poco... Nada, diría yo...

Es duro saber que nunca fui suficiente, que esperabas al rey cuando yo solo era el vasallo... Triste entender que en el fondo nunca supiste si me tenías más lástima a mí o a ti... Cuando pensaba que éramos todo, no fuimos nada...

Me tiraste la pelota más lejos de lo que pude correr y cuando volví ya no estabas... Para sumarle a esta decepción, le dejaste a mi imaginación la tarea de entender qué pasó... Aún no lo entiendo...

Lo intenté más veces de lo que la dignidad permitía, pero tu decisión estaba tomada desde que aún me decías que me amabas... Nada en el corazón, nada en la razón...

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