lunes, 15 de septiembre de 2014

La huida

Te fuiste... Dejaste los recuerdos sin doliente y me dejaste a mí en esa esquina, mirando hacia el lugar en donde se supone que nos encontraríamos cuando la vida pasara y fuera nuestro momento...

Le dejaste tu decisión al destino, la cobardía fue más fuerte que las ganas y preferiste el vacío permanente al dolor momentáneo... No regreses esperando redención, el mundo dio sus vueltas y estos son otros días...

Te fuiste sin mirar atrás, me quedé esperando de brazos cruzados y mirada perdida; atrás en donde los recuerdos me consolaban brindándome esa dulce esperanza que con tu huida borraste... Te fuiste y no me queda otra opción que olvidarte...

Los corredores parecen más grandes, el día se tornó opaco y mis ojos húmedos... Esperé ansiosamente tu "hasta pronto", para alimentar esta ilusión agonizante que había protegido con las últimas armas que me quedaban. Hoy ya no tengo, ni armas, ni ilusión...

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