viernes, 31 de enero de 2014

El adiós...

No sentir más tu presencia, privarle a mis ojos la posibilidad de brillar al percibir el encanto con el que caminas, con el que te mueves; sentir que la vida no será la misma si no estás en ella, coloreando mis días de azul intenso...

Estoy tratando de hacerme a la idea de no tocarte en las mañanas, de la ausencia del abrazo cálido y tierno que me preparaba para el día; de privarme de esa fuerza en forma de felicidad que irradiabas al pasar, de mis días sin ti...

La intermitencia de mi respiración ahoga el llamado para que te quedes, mis lágrimas recorren el camino que muchas veces con tus labios visitaste, mis manos no volverán a encontrarte, la tristeza solo se equipara con tu ausencia...

Aún recuerdo el último aroma que tu piel me regaló, el beso corto, la suave caricia sobre mis brazos, el adiós que nunca quise escuchar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario