domingo, 9 de junio de 2013

Jugando a no despertar...

Solo bastó un toque debajo de la mesa, un pequeño segundo que logró hacerme sentir tan bien... Ese diminuto y casi imperceptible roce tuvo la capacidad de aumentar mis revoluciones a velocidades desconocidas, mi inexperto corazón saltó de la emoción, mi cuerpo entero se puso alerta y la risa nerviosa solo logró enrarecer más el ambiente...

En esos momentos no pienso en nada más, o en nadie más, como debería hacerlo... Extrañamente mi cuerpo le dice a mi mente que espere, que aún no es el momento de despertar, que este secreto nadie me lo puede quitar...

¿En qué momento se convirtió en alguien tan importante? Sus pensamientos, su carácter, su generosidad, a pesar de sus detestables señales confusas y su necesidad innecesaria de fortaleza... Sabe lo que tiene y lo aprovecha en mi contra, hasta su silencio logra desconcertarme y atraparme en un maldito juego que nadie entiende... Me tiene ahí, contando los segundos para la repetición...

Todo pasó ante mis ojos sin yo querer hacer nada, esa energía en mi interior era demasiado adictiva y la adrenalina me hacía sonreír, ¿quién le dice que no a una sensación como esas? Yo ciertamente no pude, me rendí...

Placer es lo que me genera, una sensación momentánea y caduca... Esta parte de mí no quiere pensar en consecuencias, en moralismos; esta parte solo quiere sentir, dejarse llevar por la emoción de sus muchos mensajes y escasas miradas; de sus toques por debajo de la mesa; de mí cuando estamos juntos...

2 comentarios:

  1. Interesantes tus palabras, llenas de sentimiento, comoción, ternura, encanto.
    Me gusta tu blog.

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