No estás...

Y de qué me sirve amarte tanto si no estás a mi lado... Para qué tantas palabras, tantos minutos, tantas horas frente al cuadrado si al momento de querer besarte mi imaginación ya no es suficiente...

Tocarte se me ha vuelto una obsesión... Mis manos te buscan, mis labios te desean y cada momento perdido es la prueba de que este amor le pertenece al viento, a las nubes, a las carreteras... Este amor es de todo, menos nuestro...

Y mientras anhelo una vida juntos, mi mente me golpea con la realidad: no estás a mi lado, donde te necesito, donde pueda verte, olerte, sentirte; aquí donde pueda explorarte, construirte, amarte... Tu realidad no es la mía, mi realidad ya ni sé qué es...

Esta lucha en donde los guerreros son mi corazón, mi cabeza y mi cuerpo terminará por matarme, no contengo esta necesidad de ti, estas ganas de ti. Este amor lejano, tan poco presente en mi cotidianidad, tan triste...

Estoy cansado de este pelea tan solitaria, tan compartida... Los días van pasando y mi perspectiva se va perdiendo... ¿Dónde está? ¿Dónde estás?

Frente a mis impotentes ojos vas pasando de ser un sentimiento en mi corazón a una idea en mi cabeza, y este dolor no lo hace más fácil... No estás, es la realidad...