domingo, 16 de septiembre de 2018

El jardín...

Dicen que el jardín del vecino siempre será más verde que el propio, a lo mejor el inconformismo hace su reaparición y se presenta como ese viejo amigo consejero que siempre tomó las decisiones en el pasado y que nunca me dejó pensar bien...

Mi decisión raya con la obsesión de hacerle caso a este corazón que siempre se mostró indómito pero que volvió a enamorarse de la manera más ingenua, tratando de ignorar que en esta historia que me inventé solo estamos mi deseo y yo, mis ganas y yo, mi vacío y yo...

En este nuevo juego lo puse todo, tomé el riesgo y siento que estoy perdiendo por algo que ahora parece un capricho... No sé si en realidad esto se nos cayó de las manos o simplemente yo decidí abrirlas para dejarlo ir...

Ahora, en esta esquina, ninguno de los dos caminos parece posible... El inconformismo trajo a su amiga soledad y juntos me abrazan en un intercambio doloroso que me dejará maltrecho por más tiempo del que ahora creo soportar...

Ahora que lo pienso, fui yo el que decidió cruzar la cerca con el ánimo de tener un poco de la belleza de aquel jardín que yo creía más verde; fui yo el que arriesgó amor por novedad creyendo ser correspondido; fui yo el que perdió...

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